Reino de Áustem

Sin embargo, aunque David estaba destinado a ser el futuro heredero del trono, su temprana muerte a manos del ejército del Fénix libertador, dejó destrozado el frío corazón del rey Arthur, quien estuvo a punto de iniciar una guerra contra Oria, pero acabó echándose atrás en el último momento, ya que no tenía suficientes pruebas para llevar a cabo semejante ofensa.

Pese a ello, esa no fue la única vez que el rey Arthur se retira en un conflicto bélico. Hace aproximadamente veinte años, durante la gran Guerra de los Reinos, Elhya fue atacada por los reinos de Artenia y Melinea. El ataque ocurrió de forma repentina, y, en apenas dos días las tierras de Elhya fueron invadidas por miles de soldados enemigos. Su única esperanza residía en el apoyo de su reino aliado, Áustem. Sin embargo, el Rey Arthur rehusó ayudar a la que por entonces era su propia esposa, la reina de Elhya. De modo que, llegando al castillo de Alphya, apenas a dos kilómetros del epicentro del ataque, el ejército austemniano recibió la orden de retirada. La masacre fue terrible, y miles de civiles elhyenses murieron aquel día esperando una ayuda que nunca llegó.

Sin embargo, en un inesperado giro de los acontecimientos, Elhya lanzó un temible hechizo que fulminó al ejército enemigo en apenas un par de minutos. Y así, el reino colindante, fue declarado territorio hostil.

Pero eso no fue todo, después de la abdicación de la reina de Elhya en su hermana menor, el rey Arthur I organizó varios viajes diplomáticos intentando restablecer los lazos y alianzas perdidas entre ambos países, pero nada fue como se había planeado. En unos de esos viajes diplomáticos, encabezados por uno de sus mayores confiados, ocurrió una inesperada invasión al castillo que asesinó a todos los miembros de la realeza elhyense.